En nuestro equipo de Yellow Glasses entendemos que cada vez más organizaciones buscan innovar sin tener programadores en plantilla. Una empresa no code es aquella que confía en soluciones tecnológicas basadas en interfaces gráficas de usuario en lugar del desarrollo tradicional de software. En otras palabras, utiliza herramientas de arrastrar y soltar y aplicaciones visuales para crear procesos, productos y automatizaciones sin escribir código. Este enfoque democratiza la tecnología: permite que equipos no técnicos den vida a sus ideas rápidamente.
En los últimos años el interés por ser una empresa no code ha crecido notablemente. Plataformas sencillas pero poderosas como constructores de sitios web, automatización de flujos de trabajo y bases de datos visuales han ganado popularidad. Según expertos, la tendencia está impulsada por la escasez de desarrolladores y el aumento de la movilidad laboral. En un mercado cambiante, la posibilidad de crear soluciones digitales internamente da a empresas de cualquier tamaño una ventaja competitiva. Por eso cada vez más startups, PYMEs y equipos operativos apuestan por este modelo. Nuestro objetivo en Yellowglasses es guiaros en este camino: mostraros cómo una empresa no code puede operar, escalar y automatizar procesos de forma ágil y eficaz sin depender de código ni de largas esperas de desarrollo.
¿Qué entendemos por empresa no code?
Definimos una empresa no code como aquella que gestiona su actividad diaria y sus proyectos mediante plataformas digitales de bajo o nulo código. En lugar de programar funciones a medida, se apoya en herramientas visuales (LowCode/NoCode) para organizar procesos, lanzar productos o automatizar tareas internas. Estas plataformas ofrecen componentes ya hechos (por ejemplo formularios, bases de datos, componentes web) que se combinan de forma intuitiva.
Por ejemplo, una academia de formación online puede usar Airtable para gestionar sus alumnos y planes de estudios, y Zapier o Make para automatizar notificaciones y reportes de progreso. Un comercio electrónico podría construir su web con Webflow y conectar formularios de pedido con bases de datos en Airtable sin programar. Una agencia de marketing puede crear dashboards automáticos uniendo Notion, Coda o Google Sheets con herramientas de análisis, todo con flujos de trabajo configurados visualmente. Incluso una consultoría de recursos humanos puede diseñar sus propias aplicaciones internas (por ejemplo de gestión de candidatos o onboarding) con Bubble o Softr, adaptándolas al instante según cambien sus necesidades.
Estas plataformas permiten a programadores y no programadores crear software de aplicación a través de interfaces gráficas de usuario y configuración en lugar de la programación tradicional. Esto significa que una empresa no code puede estar conformada tanto por personal técnico como por perfiles de negocio (fundadores, responsables, diseñadores, etc.) que aportan su conocimiento funcional. El equipo únicamente necesita decidir qué quiere hacer, y las herramientas no code ayudan a hacerlo realidad en formato digital. De ese modo, proyectos que antaño requerirían meses de desarrollo, hoy se pueden empezar a probar en días o semanas. Asimismo, esta filosofía de trabajo empodera a los propios equipos: cada uno gestiona sus procesos con autonomía, sin esperar siempre la aprobación del departamento de TI o de un proveedor externo.
Ventajas reales de ser una empresa no code
Desde nuestra experiencia acompañando a startups y PYMEs, ser una empresa no code trae múltiples beneficios concretos:
- Agilidad para lanzar y validar soluciones: Las herramientas no code acortan enormemente el ciclo de desarrollo. Podemos prototipar ideas en horas o días y ponerlas a prueba de inmediato. De hecho, se señala que estas plataformas habilitan una respuesta muy rápida a las cambiantes dinámicas del mercado. Esto significa que, ante una nueva oportunidad o necesidad, no dependemos semanas de un desarrollo tradicional: podemos iterar soluciones y ajustar funcionalidades en tiempo real.
- Menor dependencia técnica: Al no necesitar programar cada elemento desde cero, reducimos la carga sobre los equipos de TI y disminuimos la necesidad de contratar desarrolladores externos. La naturaleza visual e intuitiva de estas herramientas permite a empleados sin conocimientos avanzados de tecnología (como gestores de proyecto o analistas de negocio) crear aplicaciones útiles. En la práctica, esto “democratiza la innovación digital”: cualquiera con dominio del negocio puede implementar cambios sobre la marcha.
- Reducción de costes y tiempos: Desarrollar software a medida suele ser costoso y lento. En cambio, con metodologías no code evitamos gran parte de ese gasto. Al ahorrarnos horas de programación pura, el gasto de proyectos baja y el retorno de inversión es mayor.
- Flexibilidad total para iterar: En una empresa no code resulta muy sencillo actualizar o modificar las soluciones existentes. Gracias a editores WYSIWYG y componentes reutilizables, podemos hacer ajustes continuos según cambien las necesidades. Esto favorece una cultura de mejora constante: las ideas se testan en producción y se ajustan en tiempo real, en lugar de requerir largos ciclos de desarrollo clásico. Las plataformas no code facilitan la creación de prototipos funcionales rápidamente, permitiendo visualizar ideas, recabar feedback y refinar sin grandes costos adicionales.
- Equipos más autónomos: Al eliminar las barreras técnicas, las personas de cada área pueden tomar la iniciativa. Esto aumenta la autonomía y la satisfacción interna, pues equipos de marketing, operaciones, finanzas, etc., ven reflejadas sus ideas en herramientas concretas
En conjunto, estas ventajas se traducen en mayor competitividad. Al final del día, ser una empresa no code significa lanzar proyectos con más celeridad y a menor costo, empoderando al equipo para innovar sin esperar recursos externos.
Herramientas que usamos para ayudar a empresas no code
En Yellowglasses hemos trabajado con numerosas plataformas no code, y seleccionamos siempre la combinación ideal según los objetivos de cada cliente. Entre nuestras favoritas están:
- Make: Una potente herramienta de integración y automatización de flujos de trabajo. Permite conectar apps y bases de datos de manera visual (por ejemplo Google Sheets, Airtable, Slack, correo electrónico, etc.) para automatizar tareas repetitivas. Con Make podemos orquestar procesos complejos sin escribir código, enlazando servicios web mediante simples configuraciones.
- Airtable: Una base de datos relacional muy amigable. Se parece a una hoja de cálculo enriquecida, ideal para gestionar inventarios, CRM, calendarios de eventos, y más. Lo mejor de Airtable es su flexibilidad: permite definir tablas personalizadas, vistas y formularios de entrada. Muchas empresas la usan como núcleo de su actividad, integrándola con otras apps.
- Webflow: Un constructor de sitios web profesional. Destaca por combinar un editor visual avanzado con capacidad de exportar código limpio. Permite diseñar sitios responsivos (incluso tiendas online) con una gran libertad creativa, sin necesidad de programar HTML/CSS. Es perfecto para empresas que quieren un sitio web llamativo sin entrar en desarrollo web tradicional.
- Bubble: Plataforma para crear aplicaciones web completas. Más orientada al desarrollo de software, Bubble ofrece componentes para bases de datos, lógica de negocio y front-end en un entorno visual. Con Bubble se pueden lanzar tanto prototipos funcionales como productos finales (por ejemplo, paneles administrativos, marketplaces o plataformas tipo SaaS), todo sin código.
- Coda: Una herramienta que combina documento, hoja de cálculo, base de datos y automatización en un solo lugar. Coda es útil para crear tableros de gestión, reportes dinámicos o sistemas de seguimiento interno. Soporta automatizaciones internas, por lo que puede sustituir a varias aplicaciones a la vez.
- Tally: Plataforma sencilla para encuestas y formularios web. A diferencia de formularios tradicionales, Tally permite diseños atractivos y lógicos condicionales avanzados sin programar. Es útil para recolectar datos de clientes, gestionar feedback o inscripciones de eventos, integrándose con bases de datos.
- Softr: Un constructor para aplicaciones web y portales externos sobre datos de Airtable. Permite convertir una base de datos de Airtable en un sitio web o portal visual con usuarios, roles, pagos, etc. Es ideal para dar acceso web a datos internos o lanzar una plataforma de clientes/partners sin programar.
- Notion: Una herramienta todo-en-uno para notas, bases de datos y wikis colaborativos. En empresas no code, usamos Notion para centralizar documentación de proyectos, gestionar tareas o incluso como base de datos ligera. Su fortaleza es la versatilidad y facilidad de uso para equipos grandes.
Cómo ayudamos a convertirte en una empresa no code
Nuestro enfoque es acompañar a las organizaciones en toda la transformación digital, desde el diagnóstico inicial hasta la implementación y más allá. Estos son los pasos clave de nuestro proceso:
- Diagnóstico de procesos: En primer lugar, trabajamos codo a codo con vuestro equipo para mapear los flujos de trabajo actuales. Identificamos qué tareas son manuales o ineficientes y dónde se puede ganar automatizando. Este diagnóstico nos permite entender con precisión las necesidades y diseñar soluciones realistas.
- Diseño de la solución: A partir del diagnóstico, definimos qué herramientas no code son más adecuadas. Diseñamos prototipos y demos que ilustren la solución propuesta. En este punto decidimos, por ejemplo, si usaremos Webflow para la web, o si es mejor desarrollar una app en Bubble, qué procesos se automatizarán con Make, qué datos llevarán en Airtable, etc. Lo hacemos de manera iterativa: recogemos feedback y ajustamos la propuesta antes de la implementación.
- Implementación e integración: Luego pasamos al desarrollo real de las soluciones. Configuramos las plataformas seleccionadas, creamos las bases de datos, automatizamos los flujos y montamos la interfaz de usuario. A lo largo de este proceso, nuestro equipo se integra con el cliente; nos alineamos como parte de su organización. Buscamos siempre aportar una visión estratégica, no solo técnica. Nos aseguramos de que cada cambio se incorpore sin fricciones en el día a día de la empresa.
- Formación y autonomía: No dejamos al cliente con algo complejo sin explicación. Capacitamos al equipo en el uso y mantenimiento de las herramientas. Queremos que sean ellos quienes, a partir de ese momento, puedan hacer iteraciones o pequeñas mejoras si lo desean. El objetivo es conseguir que el negocio sea independiente para continuar creciendo sin grandes dependencias externas.
- Acompañamiento continuo: Más allá de la entrega inicial, ofrecemos soporte y seguimiento. Entendemos que las necesidades evolucionan, por lo que mantenemos una relación activa: ajustamos la solución si surgen nuevas necesidades, sugerimos mejoras continuas y garantizamos que la digitalización sea sostenible en el tiempo.
Gracias a este método integral, las empresas con las que colaboramos pasan a operar como auténticas empresas no code. No se trata solo de implementar una herramienta aislada, sino de integrar la mentalidad no code en la cultura empresarial. Esto implica adaptarnos al cambio interno y capacitar al personal para que aproveche al máximo las nuevas capacidades digitales.
La empresa no code, cada vez más accesible y eficaz
En definitiva, el modelo de empresa no code ofrece una vía muy accesible para la transformación digital. Hoy cualquier organización puede aprovechar estas herramientas visuales sin barreras técnicas insalvables. El enfoque no code reduce la brecha entre la idea y la ejecución: permite validar y lanzar soluciones digitales mucho más rápido y con menor inversión que el desarrollo clásico. Asimismo, empodera a los equipos internos, lo que facilita que la innovación sea continua y esté alineada con la estrategia del negocio.
A medida que las plataformas no code evolucionan, las capacidades disponibles son cada vez más sofisticadas. Esto significa que el potencial de lo que una empresa no code puede crear es muy amplio: desde sitios web atractivos hasta aplicaciones internas robustas, pasando por flujos de trabajo automatizados que antes requerían múltiples sistemas. Todo ello sin necesidad de escribir una sola línea de código. En nuestro día a día vemos cómo este modelo facilita el crecimiento: startups que pasan de prototipos mínimos a productos maduros en semanas, PYMEs que automatizan su operación básica sin desequilibrios presupuestarios, equipos que digitalizan procesos en paralelo a su actividad comercial.
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